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El lado oscuro de la venta online: la mitad de los fármacos son falsificados

En el caso, si podremos identificarlo si lo fuera nuestro cliente, y ayudar, de lo contrario, no escriba tonterías, nos enviamos el pedido a todos, y le devolvemos el dinero del pedido, si la mercancía no llega al cliente. Todo esto, está escrito en nuestro sitio web, además no somos responsables del servicio de entrega y a las aduanas de España, esto todo está listado en nuestro sitio. En el ámbito sanitario, se permite la venta por Internet de aquellos productos que no exijan de receta médica https://academiadeseguridadaessltda.com/descubre-todo-sobre-el-potente-esteroide-parabolan/ a la hora de su venta. No obstante, en la actualidad está en desarrollo la creación de la «receta electrónica», un proyecto que se integra dentro del llamado «Programa para la Promoción e Identificación de Servicios Emergentes de Telecomunicaciones Avanzadas» y que facilitará estas transacciones. Los responsables de esta farmacia abrieron su página web hace un año y aunque confiesan que no reciben demasiados pedidos por esta vía, «siempre hemos querido estar en punta de la tecnología».

Los EEA pueden producir serias reacciones adversas si se usan en condiciones distintas a las autorizadas; con la finalidad de aumentar la masa muscular o el rendimiento físico se usan dosis altas (10-60 veces las terapéuticas), durante tiempo prolongado y en combinación con otras sustancias5. Las reacciones adversas principales de los EEA descritas en la literatura se ilustran en la figura 16-8. No responden, no envían, siguen enviando números de seguimiento falsos.Nunca llega la mercancía y solo dan largas.Con esto yo no me tomaría nada aunque llegará. En alguno he tenido problema con Aduana pero el trato con ellos siempre ha sido cercano y te ayudan en todo el proceso para que puedas recibir tu producto. No entiendo a la gente que da comentarios negativos, solo tienes que ponerte en contacto y seguro que solucionan tu problema.

Excelente Post Venta

Informe a su médico o farmacéutico si está utilizando o ha utilizado recientemente otros medicamentos, incluso los adquiridos sin receta médica, homeopáticos, plantas medicinales y otros productos relacionados con la salud, ya que puede ser necesario interrumpir el tratamiento o ajustar la dosis de alguno de ellos. En las cuatro oficinas de farmacia, fuera por la inexistencia de recetas, por no ser estas válidas o por su falsedad, no se pudo identificar al prescriptor ni al supuesto paciente, y tampoco a las personas que retiraron estos 3118 medicamentos, por no ser obligatorio su registro. En ningún caso se justificó su dispensación bajo prescripción médica y fin terapéutico. Los bestsellers son los relacionados con mejorar el estilo de vida, por ejemplo, los que sirven para perder peso o para tratar la disfunción eréctil, es decir, la viagra y sus derivados. También, existe entre los culturistas cierto comercio ilegal de anabolizantes y esteroides. Después, se encuentran las terapias adulteradas para tratar el cáncer, la malaria, el VIH y otras patologías graves.

Los farmacéuticos deberán comprobar la identidad de la persona que compra el medicamento y conservar al menos un año la receta

También, pueden producirse reacciones de sobre dosificación si el medicamento falsificado contiene más principio activo del que está legalmente autorizado. Además, ha habido casos de intoxicaciones debido a que contenían talco o tiza. Los tratamientos falsos pueden desarrollar resistencia antimicrobiana, otro de los problemas a los que se enfrenta el mundo. Este influye en el sistema sanitario, ya que se traduce en hospitalizaciones de los pacientes por no haber sido bien tratados produciendo un coste económico adicional al sistema.

“En países del tercer mundo, por ejemplo, África, se detectan muchos casos de antibióticos y fármacos antimaláricos que tienen una calidad subestándar o directamente no tienen ningún principio activo”, explica el responsable del Área de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Carlos Fernández Moriano. El mundo está compuesto por 7.800 millones de personas y, seguramente, todas ellas tomarán un medicamento en algún momento de su vida. Una de las mayores amenazas que se presentan a día de hoy es la falsificación de fármacos y productos farmacéuticos. La Organización Mundial de la salud (OMS) estima que el 50% de los medicamentos que se distribuyen a través de Internet han sido adulterados. Esa falta de información, en opinión de la OCU, «es especialmente peligrosa si pensamos que son productos que se adquieren sin control previo ni del médico, responsable del diagnóstico, ni del farmacéutico, responsable del producto». Además, normalmente los productos se compran a un precio mayor que en el mercado y llegan al consumidor sin prospecto ni envase o «camuflados», para no ser detectados en las aduanas como juguetes o productos informáticos.